Falta poco para la primavera, y pronto el mercado se inundará de cremas solares de nuevo. En Admixtio, estamos especialmente focalizados en las cremas solares ecológicas, en las cuales únicamente se pueden utilizar filtros físicos, en concreto el óxido de zinc y el dióxido de titanio.
En su versión tradicional (no nano), estos minerales forman una barrera efectiva contra los rayos UV, pero pueden dejar una película blanca sobre la piel, lo que hace que algunas personas los perciban como poco estéticos y difíciles de aplicar. Para solucionar este problema, han surgido las versiones en tamaño nanométrico (nano), que permiten una aplicación más uniforme y transparente sin comprometer la protección solar.
Sin embargo, el uso de nanopartículas en productos cosméticos ha generado debate. Aunque estudios sugieren que el dióxido de titanio y el óxido de zinc en versión nano no atraviesan la barrera cutánea intacta, existen preocupaciones sobre su posible absorción en piel dañada o también por su impacto ambiental. Se ha evidenciado que las nanopartículas en suspensión pueden ser más reactivas y potencialmente tóxicas para los organismos acuáticos, especialmente en entornos marinos donde los residuos de cremas solares pueden afectar los ecosistemas de corales y otras especies.
A su vez, las versiones no nano, al no presentar estos riesgos potenciales, son consideradas más seguras para el medio ambiente y la salud humana, aunque pueden ser menos cómodas de usar.
Sobre estos temas, podéis leer la entrevista que se realizó para el blog de la CCMA en 2022 a María Minguet , cofundadora de Admixtio y a otros expertos.
