
La protección de la piel frente a la radiación solar ha sido tradicionalmente abordada mediante el uso de filtros solares tópicos y medidas físicas como la ropa protectora. Sin embargo, en los últimos años ha surgido un creciente interés por la fotoprotección oral mediante ingredientes nutracèuticos, que actúan desde el interior reforzando los mecanismos naturales de defensa cutánea. Estos compuestos bioactivos pueden contribuir a disminuir el daño oxidativo, la inflamación y las alteraciones en el ADN inducidos por los rayos ultravioleta (UV), ofreciendo así una estrategia complementaria a la protección tópica convencional. A continuación, se describen los principales ingredientes nutracéuticos estudiados para preparar la piel frente a la exposición solar, junto con la evidencia científica que respalda su uso.
1. Polypodium leucotomos
Evidencia científica
El extracto de Polypodium leucotomos, un helecho tropical originario de América Central, ha sido ampliamente estudiado. Diversos ensayos clínicos han demostrado que su consumo oral:
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Aumenta el umbral de eritema (el tiempo necesario para quemarse bajo radiación UV).
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Reduce el daño del ADN, la inflamación y la inmunosupresión inducida por rayos UV.
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Un estudio de González et al. (Journal of the American Academy of Dermatology, 2011) mostró que 480 mg diarios protegen significativamente contra el daño solar en sujetos humanos.
2. Carotenoides (Betacaroteno, Licopeno, Luteína, Astaxantina)
Los carotenoides son pigmentos naturales con potente acción antioxidante:
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Betacaroteno: Meta-análisis (Stahl et al., American Journal of Clinical Nutrition, 2007) demuestra que suplementar durante al menos 10 semanas aumenta la tolerancia al eritema.
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Licopeno: Estudios demuestran reducción de eritema y menor daño oxidativo (Aust et al., British Journal of Dermatology, 2005).
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Astaxantina: Ensayos en humanos indican disminución de arrugas finas y aumento de elasticidad cutánea (Tominaga et al., Acta Biochimica Polonica, 2012).
3. Vitaminas C y E
La combinación de antioxidantes hidrofílicos (vitamina C) y lipofílicos (vitamina E) potencia la protección cutánea
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Suplementos combinados mostraron reducción del eritema en humanos expuestos a UV (Fuchs et al., Free Radical Biology & Medicine, 1991).
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Ayudan a prevenir la peroxidación lipídica y protegen proteínas estructurales de la dermis.
4. Polifenoles (Té verde, Resveratrol, Proantocianidinas)
Los polifenoles presentan propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y fotoprotectoras:
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El consumo de té verde rico en catequinas redujo la formación de quemaduras solares en un estudio controlado (Heinrich et al., Journal of Nutrition, 2011).
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El Resveratrol mostró protección contra el daño producido por los rayos UVB en estudios preclínicos (Exp Dermatol, 2008).
5. Ácidos grasos Omega-3
Los ácidos grasos EPA y DHA, presentes en el aceite de pescado:
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Reducen la inflamación post-exposición UV.
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Un estudio (Pilkington et al., American Journal of Clinical Nutrition, 2013) evidenció unba disminución de la respuesta eritematosa con suplementos de omega-3.
6. Nicotinamida (Vitamina B3)
La nicotinamida ha demostrado proteger el ADN de la piel y potenciar la reparación de lesiones provocadas por UV:
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En un ensayo clínico de fase III (New England Journal of Medicine, Chen et al., 2015), 500 mg dos veces al día redujeron en un 23% las lesiones precancerosas (queratosis actínicas) y los cánceres de piel no melanoma.

