En un contexto donde la salud de la piel y del intestino están cada vez más interconectadas, conceptos como microbiota, barrera cutánea o inmunidad intestinal han pasado a formar parte del lenguaje habitual del consumidor consciente. Esta tendencia ha impulsado una nueva ola de innovación basada en los postbióticos, ingredientes fermentados que ofrecen beneficios tangibles tanto en cosmética como en nutrición.
En Admixtio, acompañamos a marcas que quieren ir más allá de las modas y formular con ingredientes activos funcionales, estables y respaldados por evidencia. Entre ellos, los postbióticos destacan como una categoría de creciente interés.
¿Qué es un postbiótico?
Según la definición consensuada por la ISAPP (International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics), un postbiótico es:
“Una preparación de microorganismos inanimados y/o sus componentes que confiere un beneficio a la salud del huésped”.
Esto incluye:
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Metabolitos bioactivos generados durante la fermentación (ácidos grasos de cadena corta, péptidos, enzimas, etc.).
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Fragmentos celulares, pared bacteriana u otros derivados del cultivo inactivado.
A diferencia de probióticos o prebióticos, los postbióticos no necesitan estar vivos para ejercer su efecto, lo que los hace más seguros, estables y fáciles de incorporar en fórmulas cosméticas o complementos alimenticios.
Beneficios de los postbióticos
En cosmética natural:
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Refuerzo de la barrera cutánea.
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Regulación del microbioma.
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Mejora de la hidratación y la luminosidad.
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Efecto calmante y antiinflamatorio en pieles sensibles.
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Estimulación de colágeno y actividad antioxidante (antiaging).
Se usan en fórmulas orientadas al cuidado de piel sensible, envejecida o reactiva, especialmente en formatos como sérums, tónicos o emulsiones ligeras.
En nutrición funcional:
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Modulación del sistema inmunitario intestinal (GALT).
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Mejora de la digestión y de la integridad de la mucosa intestinal.
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Reducción de procesos inflamatorios sistémicos.
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Potencial sinérgico con probióticos y prebióticos.
Muy utilizados en suplementos orales orientados a la salud intestinal, inmunidad, metabolismo y bienestar general.
Tipos de postbióticos y origen vegetal
Muchos postbióticos son el resultado de procesos de fermentación a partir de:
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Extractos vegetales: zanahoria, remolacha, kale, té verde, etc.
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Subproductos agroalimentarios: bagazo de uva, orujo de aceituna, posos de café.
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Cereales y legumbres: arroz, cebada, quinoa, soja fermentada (tempeh).
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Algas y hongos funcionales: kombucha, reishi, shiitake, etc.
Gracias a procesos de fermentación controlada, se potencia la biodisponibilidad de los principios activos y se generan nuevas moléculas bioactivas no presentes en el extracto original.
Ventajas para formuladores y marcas
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Alta estabilidad frente a temperatura, oxidación y pH.
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Clean label: ingredientes sin microorganismos vivos, seguros y bien regulados.
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Tendencia microbiome-friendly: alineado con el nuevo consumidor.
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Ingredientes con historia científica y narrativa de innovación.
¿Cómo puede ayudarte Admixtio?
En Admixtio ofrecemos asesoramiento técnico y estratégico para ayudarte a:
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Identificar ingredientes postbióticos con evidencia funcional contrastada.
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Integrarlos en fórmulas cosméticas o suplementos con sentido y diferenciación.
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Evaluar sus propiedades según el tipo de piel, aplicación o beneficio esperado.
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Construir un relato de marca honesto, riguroso y conectado con la ciencia.
Bibliografía y webgrafía de interés
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